Debido a la rutina del día a día restamos gran importancia al sexo en la pareja, pero es importante hacer que este acto sea siempre divertido y placentero.

Cuando empiezas una relación amorosa todo es maravilloso. La llama está más activa que nunca, el deseo es enorme y las ganas aún más. Pero conforme va pasando el tiempo es todo un desafío el hecho de mantener viva la llama del amor e innovar porque vamos cayendo en la rutina del día a día. Por eso es importante potenciar el deseo a través de ejercicio y estrategias.

1. Cuida tu órgano sexual: tanto el deseo como el placer están en nuestra cabeza, por lo que el órgano que está más implicado y presente en las relaciones sexuales es el cerebro. El sexo está relacionado con sentir y todos sentimos con el cerebro. Así que, tómate todo el tiempo necesario para investigar y dar con lo que realmente te gusta a ti, pero también a tu pareja para que disfrutéis ambos.
2. Prepara el ambiente: es imprescindible tener un sitio en el que ambas partes de la pareja os sintáis plenamente a gusto. Además, para reavivar el deseo y la pasión, podéis ambientar el lugar a vuestro gusto para que estéis súper cómodos.
3. Juega con tu cuerpo: la monotonía está asegurada si no encuentras los puntos eróticos de tu cuerpo y los usas para que el placer sea mayor. No te olvides que probar nuevas formas de placer siempre va a ser beneficioso, pero consúltalo antes con tu pareja para que estéis cómodos en todo momento.
4. Encuentra nuevas posiciones: intenta que tu práctica de sexo no se resuma únicamente a dos posturas porque hay mil maneras de tener relaciones sexuales. Tampoco se trata de practicar una nueva postura cada día, pero sí en descubrir otros places a través de alguna postura de vez en cuando. También es importante salir de los horarios establecidos y practicar sexo en cualquier momento del día.
5. Habla de sexo con tu pareja: La confianza para hablar sobre cualquier tema es imprescindible para la pareja. No tengas ningún tipo de pudor a la hora de hablar con tu pareja sobre las cosas que te gustaría probar o las que no te gustan tanto y quieres dejar de hacer. También lo que quieres experimentar y lo que prefieres que nunca lleguéis a probar.